Estar a dieta es difícil, pero ¿para quién?. Algunos estudios que detectan marcadores de activación neuronal, incluyendo el flujo sanguíneo cerebral y la absorción de glucosa, también han proporcionado qué opina nuestro cerebro de la dieta que seguimos.
En las personas sanas
Se podrían incluir personas que realizan actividad física de manera regular:
- Ciertas partes del cerebro se activan preferentemente en respuesta a los alimentos altos en calorías en comparación a las señales de alimentos bajos en calorías.
- También se ha mostrado incremento en la activación cerebral cuando se tiene idea de romper el ayuno, especialmente cuando se va a realizar con una comida alta en calorías.
- Mayor liberación de dopamina en el cerebro si los alimentos son de nuestro agrado.
Esto podría extrapolarse al día trampa y su efecto, no sólo fisiológico, sino también psicológico. Bien demostrado está la liberación de dopamina asociada al ejercicio; lo que unido a los efectos recién citados, nos proporcionan un estado emocional favorable para con nuestras personas cercanas como para abordar el entrenamiento.
En las personas obesas
- La activación del hipotálamo en respuesta a la alimentación está más reducida en individuos sanos que en los obesos, lo que indica que una comida es menos saciante para los obesos.
- Mayor respuesta anticipatoria tras mostrar una foto de comida en sujetos obesos que en los individuos sanos, aunque entre los propios obesos hay gran variabilidad.
Durante la pérdida de peso
Una dieta baja en calorías se asocia con una mayor activación de los sistemas de recompensa del cerebro en respuesta a imágenes de alimentos. Así, este aumento de la recompensa, la percepción y la preocupación por la comida podría llevar a la recuperación del peso a largo plazo.
Durante los períodos de pérdida de peso, recibimos mensajes de recompensa más intensos en respuesta a las imágenes de los alimentos, así como una tendencia a preocuparse por ella.
Esto implica que los aspectos psicológicos de la dieta no deben ser descuidados al abordar “nuevos” estilos de vida para bajar de peso que involucren también una alta carga de ejercicio.
Fuentes
- Behary, P., & Miras, A. D. (2014). Brain responses to food and weight loss.Experimental physiology, 99(9), 1121-1127.
- Murdaugh, D. L., Cox, J. E., Cook III, E. W., & Weller, R. E. (2012). fMRI reactivity to high-calorie food pictures predicts short-and long-term outcome in a weight-loss program. Neuroimage, 59(3), 2709-2721.
- Rosenbaum, M., Sy, M., Pavlovich, K., Leibel, R. L., & Hirsch, J. (2008). Leptin reverses weight loss–induced changes in regional neural activity responses to visual food stimuli. The Journal of clinical investigation,118(7), 2583-2591.
- Sweet, L. H., Hassenstab, J. J., McCaffery, J. M., Raynor, H. A., Bond, D. S., Demos, K. E., … & Wing, R. R. (2012). Brain response to food stimulation in obese, normal weight, and successful weight loss maintainers. Obesity,20(11), 2220-2225.
Personas sanas - 100%
Personas obesas - 100%
En pérdida de peso - 100%
Conclusiones - 100%
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