Todos los que realizamos entrenamiento de fuerza los hacemos por diferentes razones. Abarcan desde el alivio del estrés y mejorar la confianza en uno mismo a un deseo de establecer un récord personal o incluso competitivo.
Índice
Salud Mental y Entrenamiento
La salud mental y las enfermedades mentales no son términos que se escuchen a menudo asociados al entrenamiento de fuerza, pero ciertamente está más presente de lo que parece.
Un estudio de investigación sistemática de más de 2.000 artículos científicos en 2015 concluyó que, si bien la base de las pruebas en relación a la salud mental y el bienestar de los atletas está limitada por la falta de investigación, la que hay muestra que la población es vulnerable a una serie de problemas que pueden estar relacionados con el entrenamiento.
Igualmente, Jeff Frank, un Powerlifter Pro y fundador de una organización para ayudar a los deportistas de fuerza en sus problemas psicológicos, señala que un porcentaje muy alto de los atletas que ha conocido, al menos en el ámbito del powerlifting, tienen algún tipo de historia en lo que se refiere a trastornos mentales.
Por supuesto, algunos no tan oscuros como otros, igual que la población en general. “No es algo de lo que mucha gente hable o estén dispuestos a admitir», en palabras de Frank.
Síntomas en Deportistas
Muchas de las características que atraen a la gente a los deportes de fuerza (e incluso de las que ayudan a destacar), pueden poner a esos mismos atletas en riesgo de condiciones adversas de salud mental.
Muchos de los deportistas son generalmente estudiantes de alto rendimiento, especialmente en su campo de actuación; aspecto éste que al intentar complementarlo con los niveles más altos de rendimiento en competición pueden causar:
- Preocupación.
- Tensión.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- …E infelicidad.
Si nos fijamos en los números, la investigación y la opinión de expertos, cada vez es más evidente que la percepción general y la realidad real no son exactamente lo mismo cuando se trata de deportistas de fuerza.
Esto se alinea con las investigaciones que han demostrado que:
«Los deportistas pueden ser aún más susceptibles a la falta de diagnóstico y tratamiento inadecuado de la depresión y otras enfermedades mentales que los que no son deportistas, en particular para los problemas que están relacionados con el rendimiento».
Números en powerlifting y culturismo
Cuando luchamos, estamos siempre acostumbrados a pensar: «¿Cuál es el punto débil?», asumiendo que es puramente físico.
Y muchas veces no nos damos cuenta que puede ser psicológico e incluso ir más allá y alcanzar un principio de problemas de salud mental. Prueba de ello son los resultados de una encuesta realizada por Schillero a 123 powerlifters que habían acudido a él con problemas de salud mental:
- Depresión (82%).
- Ansiedad (70%).
- Trastorno bipolar (14%).
- Así como otras condiciones tales como la esquizofrenia, trastorno de estrés postraumático y TCA.
Con depresión y ansiedad en este contexto, no nos estamos refiriendo a sólo tener un mal día de vez en cuando o preocuparse por un evento estresante en su vida.
Todos tenemos días difíciles, sino algo donde los síntomas depresivos tales como:
- Tristeza.
- Pérdida de interés.
- Ira.
- Frustración.
Todos interfieren con la vida diaria constantemente durante semanas o meses.
El lado bueno de la fuerza
Por supuesto, también vemos el beneficio increíble que el entrenamiento de fuerza tiene en lo referido a la salud mental.
El 85% de los levantadores que hicieron la Encuesta de Salud Mental y Entrenamiento de Fuerza dijeron que el entrenamiento había tenido un efecto positivo en su salud. Los levantadores que completaron la encuesta señalaron que proporciona beneficios para ellos, tales como:
- Proporciona coherencia y un sentido de dirección a su vida, que de otra manera estaría agitada.
- Les ayuda a mantenerse centrados en otras cosas que les dan ansiedad.
- Proporciona un método de escape y reducción del estrés acumulado.
- Proporciona una sensación de logro.
- Mejora el humor.
- Disminuye los síntomas depresivos.
Estos beneficios se alinean con algunas de las investigaciones sobre los efectos del ejercicio en la salud mental, incluyendo estudios que han demostrado que el ejercicio mejora la salud mental mediante la reducción de la ansiedad, la depresión y estado de ánimo negativo y mediante la mejora de la autoestima y la función cognitiva.
Solución: Pedir ayuda
Pero esto no es tan sorprendente si miramos estadísticas como las que muestran casi el 60% de los adultos con una enfermedad mental no ha recibido ninguna ayuda en base a esa enfermedad durante el año anterior a la encuesta.
Todo el mundo es diferente y los tratamientos y los métodos para mejorar la salud mental pueden variar de persona a persona, pero no hay excusa para no atacar a los desafíos al igual que cualquier otra.
De hecho, existe un montón de ensayo y error a lo largo del camino, pero hay que reiterar la importancia de hacer frente a estos problemas: ¿cuál es la diferencia cuando el síntoma es algo emocional o cognitivo respecto a algo físico para no pedir ayuda?
Fuentes Bibliográficas
- Schillero, J. (2016). Mental Health and the Strength Athlete: Strength Beyond the Barbell.
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