El estudio de la microbiota nos ha sorprendido al sector científico de forma desmedida, hasta tal punto que puede ser una de las claves para tratar la obesidad y otras patología asociadas
¿Cómo pueden unas criaturas que viven en nuestro interior, están vivas, respiran, se alimentan y producen sustancias, controlar nuestra biología de formas que aún no atisbamos a conocer?
Es una pregunta que aún no alcanzamos a contestar.
Índice
Microbiota, bacterias que habitan en nosotros
La microbiota es mayor que nosotros en número de células y genes, con hasta 3 trillones de células, 1000 especies diferentes y 3 millones de genes. Nosotros, los pobres seres humanos, tenemos 10 veces menos células y nuestros genes aproximadamente son 23.000.
Nos quedamos pequeños al lado de nuestros bichejos
Además, llevan en este planeta mucho más tiempo que nosotros. Si dividimos en un mes de 30 días la evolución del planeta tierra (un día equivaldría a 150M de años), los primeros seres procariotas aparecerían ya en el día +6, mientras que los primeros eucariotas harían su aparición en el día +13. No es hasta los últimos minutos de la última hora del día +30 (último día) cuando los humanos (nosotros) hacen su aparición.
Seres que fermentan
Las bacterias que componen nuestra microbiota se alimentan de lo que le hacemos llegar
Fermentación de fibra dietética
A este respecto, el descubrimiento de los Short Chain Fatty Acids o SCFAs fue revolucionario. Se trata de unos pequeños ácidos grasos de cadena corta que son producidos por la microbiota al fermentar la fibra dietética y que han demostrado ser beneficiosos a nivel metabólico mediante diferentes vías.
Se postula que la microbiota es la gran responsable de que la fibra dietética salga bien parada en prácticamente cualquier estudio epidemiológico o de intervención en el que se evalúe su papel. ¿Por qué?
Porque se encarga de convertir parte de esa fibra dietética en «cosas buenas» para nosotros
Fermentación proteolítica
Existe otro tipo de fermentación, la fermentación proteolítica, que tiene lugar en el colon distal cuando allí la disponibilidad de MACs es baja, y que transforma las proteínas y aminoácidos en sustancias que parecen no beneficiar tanto al huésped.
Se tratan de indoles, compuestos fenólicos, ácidos grasos ramificados (BCFAs) o aminas tales como la TMA (trimetilamina), cadaverina o putrescina.
Problema de la Dieta Occidental
Evidencia que une la Obesidad a una Disbiosis Intestinal
Cómo puede la microbiota influir en que una persona mantenga y llegue a desarrollar Obesidad:
Mejora de la resistencia a la insulina
Una estrategia nutricional muy en boga en los últimos años consiste precisamente en incrementar la disponibilidad de carbohidratos accesibles a la microbiota en el colon distal para aumentar la producción de acetato, propionato y butirato (los SCFAs de los que hablé antes), además de succinato, los cuales parecen haber demostrado disminución de la resistencia a la insulina asociada a la obesidad, mejora en la pérdida de peso, sensación de saciedad y homeostasis de la glucosa y lípidos (1)(2)(3).
Ciclo de la resistencia a la insulina
Efecto supresor del apetito
Un estudio en ratones demostró cómo los SFCAs tienen un efecto supresor del apetito y la ingesta energética a través de mecanismos que regulan el eje intestino-cerebro. El acetato producido en el colon por la microbiota puede pasar la barrera hematoencefálica y alcanzar el hipotálamo, produciendo un incremento en la producción de lactato y GABA, que en estos animales disminuyeron considerablemente el apetito y la ingesta energética (4).
Una microbiota sana produce más saciedad
Aumentar el gasto energético
Los SCFAs también están en el punto de mira porque, plausiblemente, tienen potencial para aumentar el gasto energético del huésped
En ratones obesos, la administración oral de butirato produjo disminución del peso corporal a través de un incremento en el gasto energético y oxidación lipídica (5). Este efecto se asoció con la regulación al alza de la expresión de genes relacionados con la termogénesis como PGC1a o UCP1 en el tejido adiposo marrón. Pero no sólo hablamos de animales, en humanos tenemos datos in vivo.
Peso corporal
Prácticamente todos los estudios epidemiológicos y de intervención en humanos muestran una relación inversa entre la fibra dietética y el peso corporal, como comentaba antes (7).
Suplementación con fibra
Transplantar la Microbiota
Una de las investigaciones más fascinantes en microbiota estudió qué pasaría si trasplantamos microbiota de dos gemelos humanos, uno obeso y otro delgado, a ratitas germ-free (es decir, sin ningún germen en su interior).
Lo que ocurrió era lo esperado, la microbiota del gemelo obeso trasplantada en ratones delgados germ-free, transformaron esos ratones delgados en ratones obesos, estableciendo algo muy importante: CAUSALIDAD (9)
Además los ratones con la microbiota trasplantada del obeso mostraron:
- Mayor adiposidad,
- Concentraciones cecales (en el ciego, una parte del colon) de SCFAs, y
- Mayores concentraciones de monosacáridos y disacáridos tras una ingesta de fibra.
Además, mostraron mayor expresión de genes involucrados en la expresión de varios aminoácidos aromáticos y mayores niveles de BCAAs (aminoácidos plasmáticos ramificados) en plasma que los ratones con la microbiota del delgado.
Conclusiones
Hasta aquí la evidencia de hoy. Nueva y más contundente seguirá apareciendo y abriendo nuestras bocas
Por el momento:
- Incrementa la ingesta de fibra dietética,
- Cuida tu microbiota de agentes lesivos que están muy presentes en nuestra dieta y estilo de vida, y sobre todo,
- Empieza pronto.
Nos vemos en el próximo post. ¡A seguir empoderando!
Fuentes Bibliográficas
- Zhao L, Zhang F, Ding X, Wu G, Lam YY, Wang X, et al. Gut bacteria selectively promoted by dietary fibers alleviate type 2 diabetes. Science (80- ). 2018;
- Kovatcheva-Datchary P, Nilsson A, Akrami R, Lee YS, De Vadder F, Arora T, et al. Dietary Fiber-Induced Improvement in Glucose Metabolism Is Associated with Increased Abundance of Prevotella. Cell Metab. 2015;
- De Vadder F, Kovatcheva-Datchary P, Goncalves D, Vinera J, Zitoun C, Duchampt A, et al. Microbiota-generated metabolites promote metabolic benefits via gut-brain neural circuits. Cell. 2014;
- Frost G, Sleeth ML, Sahuri-Arisoylu M, Lizarbe B, Cerdan S, Brody L, et al. The short-chain fatty acid acetate reduces appetite via a central homeostatic mechanism. Nat Commun. 2014;
- Gao Z, Yin J, Zhang J, Ward RE, Martin RJ, Lefevre M, et al. Butyrate improves insulin sensitivity and increases energy expenditure in mice. Diabetes. 2009;
- Canfora EE, Van Der Beek CM, Jocken JWE, Goossens GH, Holst JJ, Olde Damink SWM, et al. Colonic infusions of short-chain fatty acid mixtures promote energy metabolism in overweight/obese men: A randomized crossover trial. Sci Rep. 2017;
- Menni C, Jackson MA, Pallister T, Steves CJ, Spector TD, Valdes AM. Gut microbiome diversity and high-fibre intake are related to lower long-term weight gain. Int J Obes. 2017;
- Cani PD, Joly E, Horsmans Y, Delzenne NM. Oligofructose promotes satiety in healthy human: A pilot study. Eur J Clin Nutr. 2006;
- Ridaura VK, Faith JJ, Rey FE, Cheng J, Duncan AE, Kau AL, et al. Gut microbiota from twins discordant for obesity modulate metabolism in mice. Science (80- ). 2013;
- Newgard CB, An J, Bain JR, Muehlbauer MJ, Stevens RD, Lien LF, et al. A Branched-Chain Amino Acid-Related Metabolic Signature that Differentiates Obese and Lean Humans and Contributes to Insulin Resistance. Cell Metab. 2009;
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Mayor saciedad - 100%
Mayor gasto calórico - 99%
Menor resistencia a la insulina - 100%
Menor obesidad - 100%
100%