La sarcopenia es un proceso degenerativo que afecta a la masa muscular y que, por ello, es de vital importancia conocer qué podemos hacer para combatirla
«Nuestra masa muscular debería ser considerada un nuevo signo vital”, así lo dice Carla Prado, doctora y profesora de Nutrición, alimentación y salud en la Universidad de Alberta.
Índice
Masa Muscular como predictor de la salud
Desde hace años se ha tenido en cuenta la capacidad cardiorrespiratoria como un potente predictor de morbi-mortalidad futura. Además de los clásicos marcadores a controlar en cualquier intervención clínica orientada a la mejora de la salud.
Sin embargo, la masa muscular es uno de los factores más menospreciados cuando nos referimos al manejo de la salud
Atrofia o Pérdida de Masa Muscular
Esta pérdida de masa muscular se conoce como atrofia, cuya etiología es multifactorial, pudiendo abarcar diversos puntos:
- Sedentarismo e inactividad
- Malnutrición
- Enfermedades metabólicas
- Pérdida de masa asociada a la edad.
¿Qué es la Sarcopenia?
“La sarcopenia representa una pérdida de fuerza y masa muscular en individuos ancianos y es el mayor determinante de riesgo de caída y pérdida de la habilidad para desarrollar actividades de la vida diaria, a menudo ligada a incapacidad, pérdida de la independencia y muerte” (Dhillon & Hasni, 2018).
Causas de la Sarcopenia
La fisiopatología de la sarcopenia es variada y aún no se conocen al detalle todos los mecanismos subyacentes de la patogénesis
Sin embargo, teniendo en cuenta que la edad es el mayor desencadenante de la sarcopenia, factores asociados a la misma parecen ser los principales procesos que desencadenan esta condición, tales como:
- Incremento del estrés oxidativo,
- Disminución de la liberación de mioquinas,
- Proliferación de citoquinas inflamatorias que generan un estado de baja inflamación crónica,
- Malabsorción,
- Neurodegeneración…
Figura I. Fisiopatogénesis de la sarcopenia (Kim & Choi, 2013)
Síntomas de la Sarcopenia
Si abordamos esta condición desde un enfoque socio-conductual, el desarrollo de la misma, genera debilidad, pérdida de masa muscular y movilidad reducida, que hace que disminuya la práctica la principal estrategia para el manejo de la patología, la actividad física.
Figura II. Ciclo de retroalimentación causa/consecuencia de la sarcopenia (Fuggle et al., 2018)
¿Cómo combatir la Sarcopenia?
Existen múltiples terapias para abordar la progresión de la enfermedad, atenuando así los efectos perjudiciales sobre la salud que tiene esta condición
La siguiente imagen muestran los factores anabólicos y catabólicos y las terapias para corregir este desarrollo, propuesta por Fuggle et al. (2017).
Figura III. Factores e intervenciones para el control de la sarcopenia (Fuggle et al. 2017)
Lo que por ahora sabemos es que para el manejo de la sarcopenia debemos:
Ejercicio físico
Realizar ejercicio físico, tanto endurance como entrenamiento de fuerza
Especialmente éste último, de forma controlada para propiciar el desarrollo de hipertrofia musculo-esquelética sin generar un excesivo daño muscular que pueda acentuar un entorno pro-inflamatorio pre-existente.
Nutrición
Nutrirse adecuadamente, ya que es muy usual que los ancianos sufran malnutrición causada por una pérdida de apetito
Por ello es importante que éstos se alimenten correctamente y su nutrición sea supervisada por un dietista-nutricionista titulado, haciendo especial énfasis en la nutrición proteica, la cual es estructuralmente necesaria para producir hipertrofia (y revertir la sarcopenia) y usualmente es deficitaria en ancianos.
Para esto, el consumo de batidos de proteína de lactosuero es una estrategia útil, ya que es una forma de consumir proteína que no requiere de gran capacidad y es fácilmente consumible.
Reducir el estrés oxidativo
Reducir el estrés oxidativo asociado a la edad, y la producción de moléculas inflamatorias
Para ello la inclusión de un Multivitamínico de calidad puede ser una estrategia útil, especialmente en aquellos ancianos con malnutrición.
El uso de antioxidantes captadores de EROS; y la adicción de flavonoles y curcumina a la dieta, deben ser aspectos a valorar tras un control de marcadores de inflamación inespecíficos (como VSG) y específicos (como PCR) en ancianos, donde un médico debe valorar la mejor vía por la cual actuar antes de la terapia farmacológica.
Terapia de reemplazo hormonal
Por último lugar, el análisis de las concentraciones séricas de hormonas anabólicas, pudiendo valorar la posibilidad de comenzar una terapia de reemplazo hormonal (TRH), la cual prescrita y controlada por un endocrino, mejorará la calidad de vida de aquellos ancianos con alteraciones en la producción de andrógenos u otras hormonas.
Leucina y su ayuda contra la Sarcopenia
En este terreno juega un extraordinario papel el aminoácido leucina, comportándose como combustible del metabolismo muscular al intensificar el reciclaje de los aminoácidos como materia prima en la síntesis de proteínas.
La leucina es asimismo un estimulante de la síntesis de insulina en el páncreas, una hormona insustituible para que el suministro de aminoácidos al interior de las células musculares se realice con normalidad y estas puedan mantener su metabolismo proteico al nivel deseado.
Con unas pautas de alimentación bien estudiadas puede mejorarse notablemente el aporte de leucina, puesto que es un aminoácido presente en cantidades apreciables en carnes rojas, huevos, pescados, derivados lácteos y alimentos de origen vegetal como las legumbres, los cereales integrales, los frutos secos y la patata, sin ánimo de agotar el catálogo.
Recientes informes científicos sugieren la posibilidad real de equilibrar la tasa de síntesis de proteínas después de las comidas y, de esta manera, frenar la sarcopenia, mediante un suplemento diario de leucina a dosis reducidas.
Fuentes Bibliográficas
- Dhillon, R. J. S., & Hasni, S. (2017). Pathogenesis and Management of Sarcopenia. Clinics in Geriatric Medicine, 33(1), 17–26. https://doi.org/10.1016/j.cger.2016.08.002
- Fuggle, N., Shaw, S., Dennison, E., & Cooper, C. (2017). Sarcopenia. Best Practice & Research. Clinical Rheumatology, 31(2), 218–242. https://doi.org/10.1016/j.berh.2017.11.007
- Kim, T. N., & Choi, K. M. (2013). Sarcopenia: definition, epidemiology, and pathophysiology. Journal of Bone Metabolism, 20(1), 1–10. https://doi.org/10.11005/jbm.2013.20.1.1
- Moon, A., Heywood, L., Rutherford, S., Cobbold, C., A, C. M., Heywood, L., … Creatine, C. C. (2015). Creatine Supplementation in the Elderly : is Resistance Training Really Needed ?, 2(2).
- Leucine supplementation improves muscle protein synthesis in elderly men independently of hyperaminoacidaemia J Physiol August 15, 2006 575 (1) 305-315; published ahead of print June 15, 2006, doi:10.1113/jphysiol.2006.110742
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Si efectivamente, la Leucina debe ser tomada a diario, así como proteínas. Tengo 75 años, hago pequeñas series de pesas dos veces en semana, y cuando por alguna circunstancia estoy una o dos semanas sin tomar mis suplementos y rutina, lo noto muy significativamente.
Muy útil este comentario recibido.