Hoy abordamos una término bastante interesante: cómo a través del ejercicio se puede moldear nuestra epigenética.
Índice
- 1 ¿Qué es la Epigenética?
- 2 Epigenética y Código Genético
- 3 ¿Se pueden modificar los genes?
- 4 ¿Cómo el Ejercicio Físico afecta a nuestros Genes?
- 5 ¿Podría tu entrenamiento de hoy afectar a tus nietos?
- 6 Tus hábitos pueden marcar a tu descendencia
- 7 Conclusiones
- 8 Fuentes Bibliográficas
- 9 Entradas Relacionadas
¿Qué es la Epigenética?
La epigenética, si atendemos al origen etimológico de la palabra, no es otra cosa que “aquello que está por encima de tus genes”.
Como esto aclarará pocas dudas, vamos a definirla de otra forma…
A continuación os enuncio una serie de frases con y sin signos de puntuación (en este caso, comas):
- Vamos a comer, niños vs Vamos a comer niños
- Pablo Alboran, reina en la música española vs Pablo Alboran reina en la música española
¿Muy diferentes, verdad?
Epigenética y Código Genético
Hasta hace poco tiempo se pensaba que el código genético era inmutable.
Si nacías con un código genético que generaba una proteína defectuosa y por tanto una enfermedad, ese era tu destino inmutable.
No había más que decir…
- La epigenética, afortunadamente, cambió este panorama.
- La epigenética no es más que la puntuación: las comas, los puntos, el entrecomillado.
Y la puntuación lo cambia todo…
¿Se pueden modificar los genes?
Para que nos entendamos, la epigenética está conformada por una serie de “etiquetas” que se colocan encima de nuestros genes y a las que llamamos metilación del DNA, acetilación de histonas y miRNAs.
De esta forma, en función de nuestro ambiente, algunos genes se pueden expresar y otros no.
Podemos nacer con un gen defectuoso y mayor riesgo de padecer una enfermedad, pero nuestros hábitos de vida pueden silenciar ese gen y hacer que la proteína defectuosa que codifica jamás se manifieste.
Ese es el poder de la epigenética.
¿Cómo el Ejercicio Físico afecta a nuestros Genes?
La epigenética es maleable.
Lo que hacemos diariamente modifica nuestra epigenética y, respecto a esto, existe algo que la modifica muy por encima de otras intervenciones: el ejercicio físico.
Seis meses de ejercicio aeróbico, por ejemplo, altera todo el patrón de metilación del DNA en el músculo esquelético y el tejido adiposo e influencia directamente la lipogénesis (1).
Cuando hacemos ejercicio físico ocurren varias cosas:
Modificamos nuestro entorno metabólico
Ciertas hormonas como adrenalina, noradrenalina, cortisol, glucagón y GH se elevan; mientras tanto, la insulina disminuye.
Modificamos el patrón de secreción de mioquinas
El músculo es un órgano endocrino capaz de secretar muchísimas sustancias cuando se ejercita.
Incrementamos la expresión de ciertos genes y disminuimos la de otros
He aquí donde la epigenética hace su aparición estelar.
De formas que aún no conocemos demasiado bien, el ejercicio es capaz de modificar la expresión génica alterando el patrón de metilación de genes y la acetilación de histonas.
¿Podría tu entrenamiento de hoy afectar a tus nietos?
De las cosas más apasionantes cuando se habla de epigenética es el hecho de que los cambios epigenéticos tienen una herencia intergeneracional.
No sólo la genética se hereda, también la epigenética.
Por ejemplo, ejercicio físico realizado en cinta de correr por futuros padres incrementan la expresión de BDNF hipocampal en los (futuros) hijos.
Tus hábitos pueden marcar a tu descendencia
De la misma forma, la ciencia se está dando cuenta de que el riesgo de enfermedad a lo largo de la vida también está condicionado en gran parte por la epigenética.
Esto tiene una importancia social increíble:
- Si fumas;
- Si consumes drogas;
- Si eres sedentario;
- Si estás continuamente estresado; o
- Si llevas una dieta deficiente.
Ya no sólo te estás perjudicando a ti como individuo…
Como siempre digo, cuidarse es una responsabilidad social además de individual.
La ciencia de la epigenética no hace sino añadir peso a este argumento.
Conclusiones
A partir de ahora, cuando vayas a entrenar, en vez de pensar en tus abdominales, tus redondos deltoides o tu glúteo poderoso, piensa en lo siguiente:
- Estás, literalmente, modificando la expresión de tus genes.
- Eso mismo te protege de innumerables enfermedades crónicas.
- El efecto positivo repercutirá en tu descendencia.
Fuentes Bibliográficas
- Denham J, Marques FZ, O’Brien BJ, Charchar FJ. Exercise: Putting action into our epigenome. Sports Medicine. 2014.
- Yin MM, Wang W, Sun J, Liu S, Liu XL, Niu YM, et al. Paternal treadmill exercise enhances spatial learning and memory related to hippocampus among male offspring. Behav Brain Res. 2013 Sep 5;253:297–304.
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