Síndrome de la Rodilla del Corredor: Lo que debes saber

Síndrome de la Rodilla del Corredor: Lo que debes saber

El síndrome de la rodilla del corredor es muy frecuente entre aficionados y deportistas que practican la carrera. Analizamos las principales causas.

Qué es

La rodilla del corredor es la denominación coloquial del síndrome femoropatelar, una alteración en la estructura de la rodilla que lleva a la degeneración del cartílago articular y produce un intenso dolor por el rozamiento entre la rótula y el fémur en la flexo-extensión articular.

Cómo se manifiesta

La rodilla es una compleja estructura articular sinovial (diartrosis) que posee gran movilidad.

Rodilla

Figura I. Estructura osteomioarticular de la rodilla.

Esta es la principal causa por la que es una articulación que nos produce muchos problemas.

Como humanos, caminamos en bipedestación, por lo que los miembros inferiores están en continuo movimiento y tensión, recibiendo impactos de forma sistemática. La rodilla une el fémur con la tibia y el peroné, y como conexión de ambos segmentos óseos, recibe una gran carga en actividades diarias (caminar, subir escaleras, hacer ejercicio físico…)

Nuestras rodillas están adaptadas a estas demandas, por lo que normalmente, y a pesar de que por causa de la gran cantidad de subestructuras que posee la rodilla suele generar molestias a mucha gente, no presentamos problemas.

Quien la sufre

Sin embargo, existe un grupo de población que posee un riesgo aumentado de padecer esta condición: los deportistas.

Las personas que practican ejercicio físico, especialmente aquellas que realizan ejercicio físico de alta intensidad, duración y/o frecuencia, poseen un metabolismo articular acelerado y mucho más riesgo de desarrollar osteoartritis prematura (Van Dijk et al., 2016; Amoako et al., 2014; Vannini et al., 2016).

Deporte como causa de la rodilla del corredor

Este es un error de concepto muy extendido, y es que existen mecanismos directos a través de los cuales podemos asociar la práctica de ejercicio físico de impacto (como correr) con la degeneración ósea y articular, y por tanto con el desarrollo de trastornos articulares, dolor y lesiones.

Sin embargo, la relación no es tan sencilla, y hay que evaluar todas las causas de desarrollo de una lesión.

La rodilla del corredor no es un cuadro de lesión traumática como puede ser una rotura de ligamento cruzado.

La rodilla de corredor es un síndrome que aparece cuando por sobreuso continuado se degrada el cartílago articular (a veces aparece dolor antes de que comience este proceso), produciendo la exposición del hueso por degeneración de las estructuras protectoras y dañando la médula ósea por el roce de la rótula con el fémur.

Grados

Figura II. Grados I-IV de daño cartilaginoso en la articulación de la rodilla.

Este cuadro define la rodilla del corredor con una alteración estructural, clásica en deportistas de mediana-avanzada edad, e incluso en no deportistas, muchos ancianos pueden padecer este cuadro simplemente por degradación articular por el paso del tiempo (Petersen et al., 2014).

Sin embargo, no siempre que hay molestia y dolor existe una alteración estructural de la articulación, es decir, no tiene por qué haber una degradación del cartílago y daño en el hueso para sufrir la rodilla del corredor (Van Der Heijden et al., 2016).

Síndrome de dolor patelofemoral

Esto es lo que ocurre con la gente joven que padece este cuadro, y es lo que se llama síndrome de dolor patelofemoral.

Dolor patelofemoral

Figura III. Chart Flow del desarrollo de dolor patelofemoral.

Un síndrome de dolor patelofemoral que no se trata acabará produciendo un cuadro de osteoartritis de rodilla (Petersen et al., 2017) que dañará el cartílago y nos expondrá a un síndrome de la rodilla del corredor más serio y de gravedad.

Es importante detectarlo y saber actuar ante él antes de que produzca daños estructurales en la articulación, ya que es un problema porque el 25% de los deportistas diagnosticados con este síndrome dejan de hacer ejercicio físico.

Causas

Tendinitis rodilla

En general, las principales causas que se achacan a la aparición de la rodilla del corredor son alteraciones estructurales:

  • Daños a la articulación el conjunto hueso-articulación.
  • Osteoartritis.
  • Tendinitis y tendinosis insercional.
  • Inestabilidad rotuliana.
Sin embargo esto, de nuevo, es un problema de enfoque, ya que las alteraciones estructurales por sí mismas no producen un síndrome de la rodilla del corredor (Petersen et al., 2014).

La auténtica causa

La causa real de la aparición de la rodilla del corredor es un exceso de carga de entrenamiento al cual el tejido no está adaptado; que usualmente cursa con malas adaptaciones biomecánicas al ejercicio físico que se está realizando, y que producen alteraciones estructurales que empeoran con el exceso de carga.

Es decir, un círculo vicioso.

¿Dónde está el problema?

La principal manifestación de la rodilla es la desviación patelar:

Esta desviación se observa cuando realizamos ejercicio físico por ejemplo, en el denominado valgo dinámico funcional, donde el fémur o la tibia (o ambos) rotan internamente y producen que la rodilla se desplace “hacia adentro” (aducción);

Una posición en la que no debería encontrarse, y que aumenta drásticamente la resistencia por rozamiento, degenerando el cartílago.

Valgo

Figura IV. Representación gráfica de un valgo funcional de rodilla.

La articulación de la rodilla, que se somete a esta posición durante mucho tiempo (por ejemplo en deportistas), acaba desplazando la rótula hacia el exterior, dificultando el control muscular sobre la articulación y produciendo una gran inestabilidad sobre la rodilla que aumenta el riesgo de sufrir una lesión aguda (como una luxación o una dislocación), y/o crónica (tendinitis, degradación del cartílago, osteoartritis…).

Esta condición se llama desviación patelar.

Desplazamiento

Figura V. Representación gráfica del desplazamiento patelar en vista frontal (A) y axial (B).

Pies

Una mala posición de los pies durante la locomoción puede producir una alteración en la rodilla.

La principal causa reportada a través de la cual los pies pueden llevar a desarrollar una rodilla del corredor es la eversión de la parte trasera del pie (pronación de la planta del pie) que produce que la tibia se rote internamente, y con ella la rodilla se “meta pa’ dentro” (es decir, se aproxime al eje longitudinal del cuerpo) (Mo et al., 2013; Morley et al., 2010).

Eversión de pisada

Figura VI. Representación gráfica de la eversión en la pisada.

Cadera

La debilidad en la musculatura que rota externamente el fémur, o que abduce la cadera es clave en el desarrollo del síndrome de la rodilla del corredor.

Las personas que desarrollan rodilla del corredor poseen una marcada debilidad en estos músculos.

El fortalecimiento de la musculatura pelvitrocantérea es clave para la prevención de este cuadro y, posiblemente, el factor más importante que podemos controlar como deportistas.

La amnesia glútea es un problema muy prevalente en la población, especialmente en mujeres (Glaviano et al., 2019), quienes curiosamente también sufren más rodilla del corredor, ¿veis la relación?

Músculos del muslo

Una gran debilidad del cuádriceps (Crossley et al., 2016) así como una gran dominancia de los isquiosurales (White et al., 2009) son un factor de riesgo en el desarrollo de síndrome de la rodilla del corredor.

Sin embargo, en ocasiones la detección no es tan sencilla, ya que desequilibrios en la producción de fuerza de los diferentes músculos que forman el cuádriceps también pueden alterar la rótula y producir el efecto de desviación patelar.

Ángulo Q

Figura VII. Representación gráfica del diferentes grados de ángulo Q y sus consecuencias sobre el desplazamiento de la rodilla.

Se llama ángulo Q al ángulo que se forma por la línea de la espina iliaca superior con la parte central de la rótula, y la línea de la parte central de la rótula a la tuberosidad de la tibia; y determina el vector de fuerza del cuádriceps (se ve más claro en la siguiente imagen).

Vector

Figura VIII. Representación gráfica del ángulo Q. Fq es el vector de fuerza del cuádriceps, Fp es el vector de fuerza patelar, y Rl es el resultado neto de las fuerzas.

Un ángulo rotuliano de más de 18º aumenta la fuerza lateral sobre la rótula, produciendo de nuevo, la ya conocida desviación rotuliana.

Normalmente la gente con síndrome de la rodilla del corredor posee un fuerte vasto externo del cuádriceps (la cara de fuera de la parte anterior del muslo) y un débil vasto interno (lo contrario).

Miología

Figura IX. Miología del muslo.

Eje rodilla-columna vertebral

Esta es una causa menor, pero se ha observado que aquellas personas que padecen síndrome de la rodilla del corredor poseen una menor inclinación del sacro que es el hueso soldado que se encuentra en la parte de debajo de nuestra columna.

Pelvis

Figura X. 3 tipos de pelvis en función del grado de inclinación sacra.

Es decir, las personas que padecen rodilla del corredor tienden a tener rectificada la curvatura de la parte final de la columna vertebral.

Rodilla del corredor síntomas

El síntoma más evidente, y único que te debería preocupar de la rodilla del corredor es el dolor.

Ya que es aquel que primero aparece y ya que si no hay dolor o dificultad para realizar tus actividades cotidianas no deberías preocuparte por cualquier tipo de alteración estructural.

“Es que tengo una pierna más corta que otra” ¿No te duele? No lo toques.

Cómo tratar la rodilla del corredor

Existen diversos tratamientos para mejorar la rodilla del corredor; entre ellos destacan:

Rodilla del corredor rodillera

La rodillera es una estructura generalmente de tela que se encuentra dentro de las herramientas de órtesis para el soporte articular.

Este complemento ayuda a centrar el desplazamiento de la rótula, evitando que el vector de fuerza del cuádriceps desplace la rótula.

Draper et al., (2009) demostraron que el uso de rodilleras era efectivo para el tratamiento (a corto plazo) del síndrome de la rodilla del corredor, aumentando la superficie de contacto de la rótula con el fémur y disminuyendo su desplazamiento.

Efectos rodillera

Figura XI. Efectos de la rodillera sobre el ángulo de colocación de la rótula.

Aunque la evidencia real es mixta, ya que hay estudios que no muestran mejoras con su uso (Smith et al., 2015).

Rodilla del corredor ejercicios

El ejercicio físico es el principal tratamiento fisioterapéutico para la rodilla del corredor.

Es importante poder valorar cuáles son las causas concretas en tu caso para poder tratarlo correctamente.

Es básica la realización de ejercicios de fuerza (por ejemplo con gomas de resistencia) de abducción de cadera y fortalecimiento de la musculatura involucrada en este movimiento. Aquí tienes una estupenda guía de entrenamiento de fuerza para corredores.

Abducción de cadera

Figura XII. Modelo de ejecución de un ejercicio de abducción de cadera.

También podría ser útil asegurarte de que tus cuádriceps son fuertes y no están dominados por la fuerza de tus isquiosurales.

De igual forma deberías asegurarte de que no existe un desbalance en la fuerza de los diferentes músculos que componen tu cuádriceps.

Para eso, lo mejor es que hagas un test de pistol squat excéntrica y te grabes en vista frontal.

Test

Figura XIII. Diferentes modelos graduados A-D en función de la disfuncionalidad mostrada en un test de sentadilla unilateral excéntrica para el diagnóstico de la causa de la rodilla del corredor.

  • Si tu movimiento se parece al A, buena señal;
  • Si se parece al B, debes fortalecer tu core, eres inestable, amigo/a…;
  • Si se parece a la C tu cadera falla, tienes debilidad en los músculos pelvitrocantéreos, y deberías trabajarlos como te he indicado anteriormente;
  • Y si te pareces a la D… estás bastante mal, ya que muestras una pérdida del control sobre la rodilla, cadera y eversión del pie.
En el peor caso, debes ponerte en manos de un buen fisioterapeuta y un graduado en ciencias de la actividad física y el deporte que te ayuden con ello, ya que el caso es complejo.

Rodilla del corredor tratamiento quirúrgico

La cirugía es la última opción para el tratamiento del dolor patelofemoral.

Solamente se debería aplicar en casos muy concretos, como por ejemplo en los grados III y IV de osteoartritis, por lo que en jóvenes está completamente desaconsejado operar a menos que un especialista lo valore y lo establezca como la pauta más recomendable a seguir para el tratamiento.

En general la cirugía consiste en la reconstrucción del cartílago de la base del fémur, transferencia de la tuberosidad tibial y/u osteotomía rotacional.

Suplementos en el manejo del síndrome de la rodilla del corredor

Existen complementos alimenticios que podemos utilizar para hacer frente al síndrome de la rodilla del corredor, especialmente a las molestias que genera.

En primer lugar la glucosamina, un aminoglicano que ha demostrado ser efectivo en la prevención del desgaste del cartílago en deportistas (Yoshimura et al., 2009).

El MSM es un compuesto azufrado que ha demostado atenuar el dolor articular producido por la osteoartritis de rodilla (Debbi et al., 2011)

La combinación de glucosamina y MSM ha demostrado ser más efectiva que ambos compuestos por separado en el tratamiento coadyuvante de la osteoartritis, por lo que actúan en sinergia (Usha y Naidu, 2004)

¿Sabías que tienes esta combinación en nuestro Joint Care?

En último lugar el extracto de raíz de jengibre es un gran complemento alimenticio para atenuar la respuesta inflamatoria gracias a su alto contenido en gingerósidos que actúan como alcaloides antioxidantes y antiinflamatorios (Mazidi et al., 2016).

Conclusiones

La rodilla del corredor es un síndrome que aparece con o sin alteraciones en las rodillas, de hecho, el diagnóstico más frecuente es síndrome funcional patelofemoral, es decir, el dolor no proviene de ningún sitio aparente.

El ejercicio físico de alta intensidad, duración, e impacto, con una mala gestión de cargas es un factor determinante en el desarrollo de la rodilla del corredor.

Una vez aparezca el dolor debes controlarlo con descanso, frío, compresión, y elevación de la articulación.

Lo antes posible deberías volver a entrenar, de forma controlada para no perder la funcionalidad de la articulación.

Entreno

¡Entrenar con control no es un problema!

Te va a ayudar, así que no te autogeneres un nocebo hacia la práctica deportiva. Fortalece tus músculos rotadores externos y abductores de la cadera, y tus cuádriceps.

Asegúrate de que tu pisada es estable y adecuada, especialmente en carrera. Si quieres saber más, visita este enlace.

Utiliza suplementos antiinflamatorios y condroprotectores durante el proceso de recuperación para estar a punto ¡lo antes posible!

Fuentes Bibliográficas

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Sobre Alfredo Valdés
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Especialista en el entrenamiento de fisiopatología metabólica y en los efectos biomoleculares de la alimentación y el ejercicio físico.
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Un comentario
  1. Excelente información, muy completa y me ayudó a saber lo que estaba padeciendo en la rodilla y como mejorar dicho problema. Gracias.

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