¿La Glucosamina es buena para la artrosis?

¿La Glucosamina es buena para la artrosis?

Si hay un poderoso analgésico natural, ese es la glucosamina. Una perfecta alternativa a los medicamentos tradicionales a la hora de tratar la artrosis. En el caso de que estés sufriendo las dolorosas consecuencias de esta enfermedad, leer este post puede suponer el punto de inflexión a partir del cual tu calidad de vida mejore.

¿Cuándo se produce la artrosis?

¿Cómo poder acabar con la artrosis?

La artrosis se produce cuando el cartílago de la articulación sufre un daño. Una vez que el cartílago, esa especie de “amortiguador” entre las articulaciones, se deteriora, un hueso comienza a frotar contra otro. ¿El resultado? Dolor, inflamación y limitación de movimientos. Y ahí es cuando la glucosamina entra en juego.

¿Por qué la medicina tradicional no funciona en su tratamiento?

Vamos por partes. En una primera etapa, en la medicina tradicional apenas existían unos cuantos medicamentos que sirvieran para tratar la artrosis.

Posteriormente, aparecieron los AINE o NSAID, los famosos medicamentos anti-inflamatorios no esteroides. Unos nuevos componentes cuyo uso se disparó y que adquirieron gran popularidad. ¿A quién no le suenan los nombres de aspirina o ibuprofeno? Junto a ellos, alguno más como el naproxeno sódico.

¿Dónde reside la raíz del problema? ¡Ahí va un resumen!

  • Pese a que en principio parece que estos fármacos funcionan muy bien para tratar el dolor de artrosis, sin embargo presentan ciertos efectos secundarios muy graves si se toman durante un período de tiempo mayor que el necesario
  • Entre dichos efectos secundarios sobresalen el sangrado de estómago, el colapso del tracto digestivo inferior o la insuficiencia hepática
  • En aquella época, el personal médico estaba ajeno a que la administración de los citados AINE o NSAID en realidad podría empeorar la artrosis. Actuaban como la primera generación de fármacos contra la COX-2, bloqueando la enzima COX-1
  • Esa fue en parte la razón por la que este analgésico fue utilizado para frenar los receptores del dolor como COX-1. Por desgracia, tal molécula resultó ser no específica
  • En otro orden de cosas, sus efectos nocivos se despliegan también a otras partes del organismo, pudiendo ocasionar problemas de coagulación de sangre o digestión. Esto explicaría que las personas que toman a diario aspirina, ibuprofeno o naproxeno, tienden a sufrir mayores molestias estomacales o contusiones, debido al grado diluido de la sangre, pues el organismo termina siendo atacado igualmente en esos aspectos.

La segunda generación de fármacos tampoco dio resultado

Con posterioridad, aparecieron los inhibidores de COX-2, unos medicamentos supuestamente considerados “más selectivos”. En líneas generales, se trataba de fármacos que requerían receta médica y cuyo precio superaba en mucho al de los AINE, por cierto de venta libre. En esta línea, la fama de marcas como Vioxx y Celebrex no tardó en extenderse como la pólvora, liderando el ranking de los medicamentos más recetados para la artrosis.

¿Y qué ha pasado desde entonces hasta hoy? Pues que su ascenso meteórico duró poco y, en la actualidad, la comunidad científica ha hecho valer los efectos secundarios potencialmente peligrosos de la COX-2 y su elevado precio.

¿Algo más que añadir? Sí. Una información determinante. Por si todo lo expuesto fuera poco, hay que sumarle su incapacidad para producir unos efectos que trasciendan el mero enmascaramiento de los dolores de artrosis.

¿En qué se traduce esto? En que los dolores nunca se fueron, simplemente estaban “disfrazados”. Así las cosas, la retirada del tratamiento lleva consigo como rápida consecuencia la vuelta a la situación inicial, con un dolor y unas molestias incompatibles con una razonable calidad de vida.

¿El resultado? Hace ya más de 20 años que en Estados Unidos y en gran parte de Europa (Italia, Alemania y Portugal) siguen las investigaciones de la glucosamina como la mejor alternativa natural a la hora de plantar cara a la artrosis.

Regeneración de artrosis

Glucosamina para la regeneración

Es un hecho comprobado que la glucosamina ayuda a regenerar el tejido cartilaginoso, los tendones y otros tejidos conectivos de tu cuerpo y ejerce en bloque, construyendo estos “materiales” e inhibiendo, al mismo tiempo, las enzimas que destruyen el cartílago.

Una lucha activa que viene fenomenal contra un mal muy extendido en el mundo entero: el desarrollo de artrosis. No en vano, esta enfermedad degenerativa afecta a millones de personas de todos los rincones del planeta y su característica principal es el colapso de “choque” de las articulaciones, principalmente de cadera o rodilla, por aquellos de que sobre ellas recae el peso corporal.

¿Cómo funciona este analgésico natural?

Pues, tal y como acabamos de indicar, de forma natural. A su favor: evita la destrucción del tejido cartilaginoso, calma la molestia de las articulaciones, reduce la hinchazón y disminuye la pérdida de movilidad. Ello supone todo un plus de calidad de vida y salud que cada días más personas tienen la dicha de poder constatar.

El siguiente dato que te interesará es que glucosamina no genera efectos secundarios nocivos, como los producidos por los fármacos AINE o COX-2. ¡Y a ello debes añadir el hecho de que cuenta con un precio reducido!

Pese a sus bondades, la glucosamina no puede curar tu artrosis pero sí calmar notablemente tu dolor. ¿Cómo funciona? Desde el exterior, hidratando y protegiendo tus articulaciones con calidez y sanándolas, en lugar de camuflar la molestia, como sucede en el caso de los AINE y de la COX-2. Por ende, los efectos de glucosamine son más lentos pero mucho más positivos y efectivos que los de los fármacos.

Por último, cabe destacar que, además de aliviar la molestia, este suplemento protege las articulaciones de un daño mayor, previniendo que en el futuro se produzcan lesiones. ¿Sabías que se ha comprobado que un alto porcentaje de medicamentos AINE llegan a dañar las articulaciones y provocan un empeoramiento de la artrosis como consecuencia de la degeneración de las artiulaciones? Justo lo contrario de lo que hace glucosamina, que actúa de “guardián”  y protector de las mismas.

Una recomendación final

¿Necesitas un alivio inmediato del dolor? Toma glucosamina, sola o combinada con los AINE tradicionales (aspirina o ibuprofeno, entre otros), para calmarlo temporalmente. Si procedes así obtendrás un beneficio adicional: la toma de la glucosamina, además de reducir tus molestias, fortalecerá el cartílago. Eso sí, recuerda que no debes exceder la dosis de 1000 mg diarios de glucosamine.

Asimismo, multitud de personas han experimentado las bondades de la condroitina y el MSM para tratar las molestias de la artritis.

Y no queremos despedir este post sin recordarte que, antes de utilizar cualquiera de estos productos, te tomes unos instantes para leer con detenimiento su fórmula, al objeto de verificar su composición real y el porcentaje de glucosamina utilizado. Dicho esto, ¡buena suerte!
Valoración Glucosamina para la Artrosis

Cuándo se produce - 99%

Medicina tradicional - 100%

Regeneración con Glucosamina - 100%

Te damos una recomendación - 100%

100%

Evaluación HSN: 5 /5
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Sobre José Miguel Olivencia
José Miguel Olivencia
José Miguel Olivencia es un profesional de la comunicación y el deporte que relaciona su formación y experiencia en cada post que escribe.
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