El Hipotiroidismo es una enfermedad que afecta a una parte de la población. Hoy vamos a ver en qué consiste, los tipos, qué la causas, cuáles son sus síntomas y recomendaciones nutricionales para mejorarlos.
Índice
Qué es el hipotiroidismo
Se trata una patología frecuente que afecta a nuestra glándula tiroides, un pequeño órgano endocrino localizado en el cuello y con forma de mariposa.
La función principal de dicha glándula es la síntesis y secreción de hormonas tiroideas, encargadas de cumplir con importantes funciones metabólicas.
Cuando, por un motivo determinado, la glándula tiroides no cumple adecuadamente su función y fabrica menor cantidad de hormonas tiroideas de las que debería, hablamos de hipotiroidismo.
Cuáles son las causas de la enfermedad
Existen diferentes tipos de hipotiroidismo según el problema inicial esté en la propia glándula tiroides (hipotiroidismo primario) o en las hormonas que la regulan: la TRH y TSH (hipotiroidismo central).
Este último es mucho menos frecuente y casi siempre secundario a una patología a nivel de la hipófisis o glándula pituitaria, por lo que no vamos a profundizar en el mismo.
El hipotiroidismo primario, como apuntábamos, es el más frecuente.
¿Por qué puede funcionar menos de lo que debería una glándula tiroides previamente sana?
Por motivos muy diferentes:
- El más frecuente lo conforma una patología de características produciendo el hipotiroidismo autoinmune llamado tiroiditis de Hashimoto o tiroiditis crónica linfocitaria.
- La radiación de la glándula como efecto secundario de un tratamiento radioterápico en el cáncer.
- Que hayamos tenido que extirpar quirúrgicamente la glándula tiroides por un cáncer de tiroides (o de otro tipo).
- Otra causa cada vez menos frecuente es un déficit muy marcado de Yodo.
- Una inflamación aguda o subaguda de la glándula tiroides, conocida como tiroiditis subaguda, si bien este trastorno suele ser transitorio.
- Déficits congénitos de hormonas que realizan la biosíntesis de las hormonas tiroideas.
Hipotiroidismo síntomas
Los síntomas del hipotiroidismo frecuentemente son bastante inespecíficos y confunden a la población general.
Cuando tenemos un hipotiroidismo manifiesto y no tratado aparecen: fatiga, letargia, estreñimiento, intolerancia al frio, miopatía (dolores musculares) y pueden facilitarse trastornos como el síndrome del túnel carpiano o incluso trastornos menstruales.
Síntomas del hipotiroidismo en la mujer
En la mujer, los síntomas son superponibles a los del hombre, aunque por motivos obvios haremos énfasis en los trastornos menstruales que pueden aparecer en las mujeres en edad fértil, normalmente oligomenorrea o incluso amenorrea.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del hipotiroidismo es principalmente analítico dado que los síntomas son muy inespecíficos (muchas patologías pueden producir los mismos síntomas y, por lo tanto, no podemos utilizarlos para diagnosticar la enfermedad).
Ante la sospecha de hipotiroidismo primario, la prueba con mejor sensibilidad es la TSH.
Esto quiere decir que es la prueba que mejor detecta a los enfermos.
Por lo tanto, cuando tenemos un valor de TSH por encima de la normalidad (esto varía dependiendo de cada laboratorio, pero podríamos estandarizarlo en 5 microU/ml), debemos medir las llamadas hormonas tiroideas periféricas, u hormonas T4L (T4 libre) y T3L (T3 libre).
- Cuando estas hormonas periféricas (las hormonas tiroideas propiamente dichas) están en un rango de normalidad, hablamos de hipotiroidismo subclínico.
- Cuando están disminuidas, hemos confirmado el hipotiroidismo primario.
¿Quién puede padecerlo?
Realmente nadie está exento de padecer hipotiroidismo y se trata de una patología que puede ocurrir en cualquier etapa de la vida.
No obstante, en las últimas décadas hemos visto un incremento importante de la prevalencia de hipotiroidismo primario autoinmune (el más frecuente), en detrimento de otros tipos cada vez menos frecuentes como el asociado a una baja ingesta de yodo.
Tratamiento del hipotiroidismo
El tratamiento médico del hipotiroidismo es sencillo, y consiste en aportar de forma exógena la hormona que el tiroides no es capaz de producir por sí mismo.
Bien sea por una patología autoinmune (Hashimoto), porque no hay tiroides o porque existe un bloqueo en la síntesis de hormonas tiroideas (efecto Wolff-Chaikoff) por un consumo excesivo de yodo.
¿Qué dieta seguir?
Surgen muchísimas dudas con respecto a la alimentación en hipotiroidismo.
Una de las preguntas más recurrentes en la consulta cuando tratamos o diagnosticamos esta patología es:
«¿Qué debo comer Doctor?»
Mientras que algunos profesionales no dan ninguna importancia a la dieta, existen otras figuras en internet que buscan “curar” de alguna forma el hipotiroidismo con cambios en la alimentación.
Yodo
El iodo es un micronutriente totalmente necesario para la síntesis de hormonas tiroideas, pero este es un escenario donde se cumple el precepto “más no es mejor”.
La CDR de yodo para la población general es de unos 150 mcg (algo más en embarazo y lactancia) y se ha relacionado una sobreingesta de éste en personas previamente deficientes con mayor autoinmunidad tiroidea y menores niveles de hormonas tiroideas periféricas.
Selenio
La deficiencia de selenio se relaciona con mayores niveles de anticuerpos en la tiroiditis de Hashimoto y su suplementación disminuye la cantidad de los mismos.
Hierro
Sorprendentemente, la deficiencia de hierro y la patología tiroidea autoimune parecen estar asociadas.
Si tienes esta patología, la próxima vez que pidas una analítica no está de más chequear tus niveles de hierro y, si son bajos, corregirlos, por supuesto.
Vitamina D
La hormona de moda.
Mediante un efecto inmunomodulador y antiinflamatorio mediado por la vitamina D se pueden reducir los niveles de anticuerpos antitiroideos.
Gluten
Una tendencia cada vez con más inercia entre algunos nutricionistas es retirar el gluten en pacientes con tiroiditis autoinmune.
Al respecto podemos decir que la tiroiditis de Hashimoto se asocia a enfermedad celíaca, que el eliminar el gluten se relaciona con un descenso de la autoinmunidad en algún ensayo clínico y que, sin embargo, este hecho no se relaciona con modificación en hormonas periféricas ni en TSH.
O más importante aún, con la reducción de los síntomas de los pacientes.
Zinc y Magnesio
La deficiencia de estos dos micronutrientes aumenta el riesgo de tiroiditis de Hashimoto.
Lactosa
Casi 80% de personas con Tiroiditis de Hashimoto tienen intolerancia a la lactosa y una dieta sin lactosa en aquellos con intolerancia ha demostrado reducir la TSH.
Soja
Las isoflavonas tienen la capacidad de inhibir la tiroperoxidasa tiroidea. No obstante, a las dosis habituales no existe un efecto significativo en TSH, T4 o T3.
Crucíferas
Pasa algo parecido con las crucíferas.
La goitrina y tiocianato son sustancias llamadas bociógenas presentes en estas verduras y condicionan menos captación de Yodo en el tiroides. Pero el consumo perjudicial se sitúa en cantidades que nadie o muy pocas personas tomarían diariamente.
Hablamos de >1 kg diarios durante varios meses.
Además, no olvidemos el efecto positivo de las crucíferas en otras esferas de la salud, como por ejemplo su potente efecto anticancerígeno.
Consejos para personas con hipotiroidismo
Si eres una de las personas que tiene que lidiar con esta patología endocrina, mi mayor consejo sería que prestaras atención a las recomendaciones de tu médico de cabecera o endocrino.
Pero al mismo tiempo, busques mejorar tu estilo de vida.
Como has visto, hay elementos de la dieta que tienen mucho que decir en la patogenia de esta enfermedad (y muchos otros que seguro desconocemos).
De la misma forma, el estrés crónico y el sedentarismo han demostrado ser facilitadores de enfermedades autoinmunes y la tiroiditis de Hashimoto no se escapa de este hecho.
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