Recientemente se ha desatado una fuerte polémica en una de las redes sociales más conocidas en el momento, Instagram, y la publicidad que están haciendo una serie de personas famosas («influencers» se les denomina ahora…) sobre comida ultraprocesada, y para nada saludable
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Aitor Sánchez en contra de la Publicidad «Irresponsable»
Aitor Sánchez, dietista nutricionista y divulgador de una dieta sana, es quien ha ido vislumbrando una serie de anuncios en los que aparecen personajes reconocidos de nuestro país anunciando productos que pueden ser todo menos «saludables» o aceptados dentro de unos hábitos sanos.
Su lucha es contra la comida procesada, intenta abrir los ojos al público en general sobre lo que es sano y lo que no, en un contexto donde la publicidad busca rentabilizar las cuentas de explotación de las marcas a toda costa.
Incluso si eso incluye promover alimentos ultra procesados y nada sanos para el consumidor
Se le conoce también por ser el autor de “Mi dieta cojea” y “Mi dieta ya no cojea”
Publicidad en las Redes Sociales
Recientemente el nutricionista ha realizado una compilación de diferentes personajes influentes en el panorama actual que han trabajado en una campaña de Instagram para una marca de galletas súper conocida:
Motivo de la Campaña en Contra de la Publicidad
La intención detrás de esta publicación de Aitor era crear conciencia sobre la responsabilidad que tienen los influencers a la hora de anunciar alimentos y un estilo de vida en general.
Aitor entiende el trabajo de los influencers, que lleven a cabo campañas remuneradas por su trabajo, por la cesión de su imagen, porque están dando notoriedad a un producto servicio pero pide especial atención a las campañas que pueden afectar de forma directa contra la salud de las personas que confían en ellos.
Son referencias y pueden influir en una gran masa para que usen las mismas marcas que ellos
De hecho ese es el propósito de una marca cuando propone una colaboración a un personaje influyente
Hacer Reflexionar
El debate está en hacer reflexionar a estas personas sobre la necesidad que tienen de aceptar estos acuerdos, ya que cómo explica el nutricionista, son perfiles suficientemente potentes para descartar este tipo de publicidad porque tienen una cartera grande donde escoger y no parecen sufrir apuros económicos.
Al fin y al cabo, si son imagen de un perfume, de unas zapatillas o de una marca de coches no supone lo mismo que promocionar el consumo de un alimento altamente procesado haciendo ver que no pasa nada porque te des un caprichito y quitando la importancia que tiene.
Malos Ejemplos
Descartando que tengan grandes necesidades financieras, les pide que usen su influencia para instruir mensajes positivos, que sean para fomentar el bien de sus seguidores.
Mensaje de Aitor
El mensaje final que deja Aitor junto con algunos de sus compañeros nutricionistas que se unen a la causa es que, estas marcas ya son lo suficientemente conocidas.
Si un influencer tiene la capacidad de escoger con qué empresas quiere alinear su perfil y por lo tanto promover en su ámbito de influencia, que tengan en cuenta seriamente que aceptar algunas colaboraciones tiene un riesgo para la salud de aquellas personas que confían en ellos.
En esta denuncia que realiza Aitor no ha conseguido involucrar a los protagonistas de esta acción de manera positiva. Su deseo era al menos despertar la conciencia para que el futuro reconsideren sus trabajos aunque desconocemos que ni si quiera todos se hayan enterado de esta crítica paralela a su trabajo.
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¿Me podrías explicar por qué la comida procesada no es sana ni no estoy en un superávit calórico, hago un mínimo de deporte y consumo el mínimo necesario de proteínas y grasas?
¿Por qué quesos grasos, aguacates y un largo etc. de alimentos muy calóricos «no procesados» son sanos y otros procesados, menos calóricos, no? Por ejempo, un aguacate vs una bolsa de pipas chimichurri, teniendo el primero más del doble de kcal.
GPA.
Hola, no sólo importan las calorías, sino la calidad nutricional del alimento que viene marcada especialmente por el aporte de micronutrientes y fibra, pues son necesarios para nuestras funciones vitales. Estos nutrientes escasean en esos ultraprocesados y además, aunque sea posible estar en déficit energético y se realice actividad física, estos productos no suelen ser recomendables debido al bajo grado de saciedad que suelen inducir; por otro lado, la hiperpalatabilidad que hace q te enganches a esa comida basura…
¿Y cómo sabes si tienes alguna deficiencia de algún micronutriente o fibra por comer alimentos procesados? ¿El suero, la harina de avena de sabores o todos los productos nutricionales que se venden en esta web no son alimentos procesados?
¿Y si una persona está esmirriá, quiere ganar peso y no es capaz de comer lo suficiente con «comida real» no sería buena opción tomar ultraprocesados?
¿Por qué no se deja de demonizar a los ultraprocesados y se le explica a la gente cómo se engorda y adelgaza, que lo principal son las kcal y que llegar a los requerimientos de micronutrientes es realmente sencillo?
Es cierto lo que dices, si nos centramos en «engordar» y «adelgazar», la historia se resume a las calorías que ingieres, Nos quedaríamos con la simple historia del balance energético y punto. Pero si hablamos de salud, o de cuáles son las mejores estrategias para «adelgazar» o «engordar» con salud la cosa cambia.
Si nos centramos en coger kilos, que es el ejemplo que propones, es cierto que en algunos casos la inclusión en la dieta de productos ultraprocesados podría ayudar, precisamente por lo que hemos comentado en mensajes anteriores, son muy palatables y facilitan la ingestión de una gran cantidad de calorías de una sentada. Pero no por ello deberían ser la base de la alimentación, ni aunque se pretenda engordar. Además, salvo personas que tengan unas exigencias de entrenamiento tremendas y sus requerimientos energéticos se disparen (>3500 – 4000 kcal/día), podrían hacerse etapas de ganancia de masa muscular recurriendo bastante poco a los ultraprocesados. Simplemente podrían elegirse procesados saludables con mayor densidad energética para poder lograr un plus energético sin que esto suponga consumir una gran cantidad de azúcares libres, harinas refinadas o grasas de baja calidad. Un ejemplo de este tipo de procesados saludables podrían ser cremas de frutos secos, quesos o incluso aliños y salsas a base de verduras y aceite de oliva.
También es difícil evaluar carencias de micronutrientes sin una analítica de por medio, eso es cierto. Pero si nos fijamos en estudios epidemiológicos, el consumo de ultraprocesados se relaciona con un sinfín de enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes, la hipertensión o la enfermedad cardiovascular. Existe además el caso de las personas delgadas «metabólicamente enfermas», que por su estilo de vida y de alimentación, suelen manifestar hiperlipidemias, hipertensíon o mala tolerancia a los carbohidratos. Entre los factores de riesgo de estas patologías se encuentra la acumulación de grasa a nivel visceral, algo que en parte viene promovido por la mala alimentación (consumo de ultraprocesados). Como ves, no todo es estar «gordo» o «flaco».
Hablas de nuestros productos, y sí, es cierto que son productos procesados. Pero debemos diferenciar entre productos procesados buenos y procesados malos. En el caso de la proteína de suero hablamos de un producto que, en el peor de los casos, es >95% de suero, dejando <5% a aromas y emulgentes (para facilitar su mezclado), y encima hablamos de la proteína de mayor valor biológico que existe. ¿Es un procesado? Evidentemente. Pero es un producto de una calidad altísima y que no aporta ingredientes que se hayan relacionado con la aparición de enfermedades metabólicas. Quizás puedas discutirme que lleve edulcorantes, y que eso es algo típico de un ultraprocesado. En tal caso te diría que esos edulcorantes son seguros, y que no van a tener un efecto negativo siempre y cuando no hagas un uso exagerado de los mismos. Además contamos con una variedad sin sabor, por lo que, si se quisieran evitar, podría hacerse perfectamente.
En el caso de la avena, dejando a un lado los aromas que pueda llevar en el caso de que se desee con sabor, el procesado que lleva es, además de la micronización (reducción del tamaño de partícula), una precocción que permite que pueda instantaneizarse e hidratarse de forma inmediata sin necesidad de cocerla (algo que si se requeriría en el caso de querer hidratar un copo de avena crudo). Hablamos por tanto de un "buen procesado", pues no lleva añadidos que le resten calidad nutricional.
Está claro que si explora entre todos los productos de la web podrá encontrar unos más recomendables que otros, y algunos que se asemejen más a un típico ultraprocesado que otros, pero no por ello vamos a promulgar que debe haber vía libre para consumir ultraprocesados y que esto sea recomendable desde el punto de vista de la salud.
Ten en cuenta que la mayoría de nuestros productos van encaminados a facilitar la toma de proteínas/carbohidratos/grasas, y por ello se procesan para que sean atractivos en cuanto a formato o sabor, por ejemplo. Además, en cualquier caso tampoco defendemos que nuestros productos deban ser la base de la alimentación, simplemente un complemento o suplemento, pues ésta es su finalidad.
En definitiva, cada uno es libre de comer lo que quiera, pero en base a los estudios científicos y a lo que vamos conociendo en el campo de la nutrición, los ultraprocesados no son recomendables y menos para ser utilizados como base de una dieta saludable. Además, teniendo en cuenta que más del 50-60% de la población es sedentaria, la mejor recomendación a nivel poblacional que se puede dar es evitarlos. Si quieres consumirlos, adelante, pero sin duda te recomendaría que, aunque quieras "engordar" estos ultraprocesados no supongan más de un 10-20% de tu dieta.
Un saludo.