La fruta de monje, ‘Siraitia grosvenorii’, es una especie integrada en la familia de las cucurbitáceas. A ella pertenecen también el pepino, el melón, la sandía y la calabaza.
Su aspecto recuerda al de una calabaza verde amarillenta con forma de pequeña manzana, con un diámetro de 5-7 centímetros. Esta fruta es de superficie lisa, si bien presenta unas estrías en la punta del vástago. Cuenta con una piel fina pero resistente y de la cual emergen unos pelillos.
Su tallo, de naturaleza trepadora, para lo cual se vale de unos apéndices denominados zarcillos. Puede alcanzar una longitud de 5 metros, siendo lo más común que mida alrededor de 3. De él salen unas hojas estrechas y acorazonadas, con entre 10 y 20 cm de largura.
El fruto aloja una pulpa que cuando pierde su humedad forma una fina y frágil película de tonalidad marrón clara. Las semillas, por su parte, son como cilindros en miniatura.
Índice
- 1 Orígenes de la fruta de monje
- 2 Características principales de la fruta de monje
- 3 Particularidades de su cultivo
- 4 Las propiedades más relevantes de la fruta de monje
- 5 Posibles inconvenientes. Efectos secundarios y contraindicaciones
- 6 Cómo puede ser consumida la fruta de monje
- 7 Algunas recetas
- 8 Cómo conseguir la fruta de monje
- 9 Fuentes Bibliográficas y Estudios
- 10 Enlaces Relacionados con la temática:
Orígenes de la fruta de monje
Hunde sus raíces en la China meridional y el norte de la península de Indochina. Su nombre científico, Siraitia grosvenorii, no es fruto de la casualidad. Refleja la identidad de quien contribuyó económicamente de forma decisiva a dar cobertura a una expedición que en el primer tercio del siglo XX tenía como propósito localizar esta planta en su ecosistema natural.
Características principales de la fruta de monje
Los principios activos con poder edulcorante de la fruta de monje, también conocida como Lo han guo, se derivan de este minúsculo fruto de forma esférica que predominantemente es cultivado en el sudeste asiático.
Dichas sustancias son extraídas por eliminación de sus semillas y su cubierta externa. Tras ello se procede a triturarla para obtener el jugo que desprende. Este, totalmente exento de valor calórico, tiene un marcado dulzor y es frecuentemente empleado por la industria alimentaria como ingrediente de alimentos y bebidas con el objetivo de combinar efecto edulcorante y la preservación del alimento de un aporte energético indeseado.
Ello se enmarca, a su vez, en el interés paralelo de las autoridades sanitarias mundiales por poner freno a una de las consideradas epidemias de la modernidad, la obesidad.
La evolución de las tecnologías de fabricación de edulcorantes ha permitido el surgimiento de fórmulas que compatibilizan el objetivo de una intensa edulcoración con los perfiles de sabor que los consumidores demandan, y ello sin detrimento de la ausencia de contenido calórico.
En concreto, se ha logrado equilibrar el umbral de dulzor ajustando los niveles del mogrósido V en la fruta de monje, algo parecido a lo que sucede con los rebausidiósidos del extracto de stevia, por ejemplo.
Poder edulcorante
La fruta de monje destaca de forma sobresaliente por la intensidad de su poder edulcorante, lo que es consecuencia de un porcentaje de hidratos de carbono en su composición química de entre el 25 y el 38%; entre ellos se encuentran predominantemente la fructosa o azúcar invertido y la glucosa. Pero la potencia de su dulzor no es responsabilidad directa de estos, sino de los denominados mogrósidos, un grupo de sustancias llamadas glucósidos triterpénicos, comúnmente conocidos como saponinas, catalogados del I a V y de los cuales predomina claramente en la fruta de monje el mogrósido V o esgósido.
La fruta de monje es entre 100 y 250 veces más dulce que el azúcar de mesa. Eso obviamente permite alcanzar el mismo nivel de dulzura que con sacarosa dosificando cantidades ínfimas. Y aunque los extractos y concentrados de fruta de monje encabezan actualmente el protagonismo de los edulcorantes alimentarios por ser de elección por parte de muchas marcas, debe tenerse en cuenta que en algunos alimentos y bebidas que los incluyen pueden coexistir con otros que sí aportan calorías.
Alimento seguro
Pero su reconocimiento, obviamente no queda ahí, porque ello no le habilitaría para su empleo en España y en Europa. Otras autoridades sanitarias mundiales has resuelto favorablemente sus expedientes de autorización del extracto de la fruta de monje como edulcorante alimentario; hablamos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, el Comité Mixto FAO / OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios, la Food Standards Australia New Zealand y Health Canada, entre otras.
Un dato muy interesante que conviene saber es que la fruta de monje no está exenta, en cuanto a sabor, de matices poco atractivos para cualquier tipo de consumidor. Y es que sus mogrósidos se caracterizan por aportar, además de dulzor, otros sabores que las empresas alimentarias interesadas en incluir fruta de monje entre sus ingredientes hacen lo posible por evitar.
Particularidades de su cultivo
El aspecto más controvertido de esta planta sea su particular tardanza en producir frutos. Condiciona enormemente su cultivo y el precio con el que sale al mercado.
Tradicionalmente, la fruta de monje ha venido cultivándose en laderas montañosas de las provincias de Guangxi y Guangdong y en condiciones de cultivo subtropicales que hacen que su difusión a otras regiones sea sumamente lenta.
El Gobierno chino decretó hace tiempo la prohibición de la salida del país tanto de las semillas de este fruto como del material genético que se precisa para su difusión.
Cultivo ecológico
Algo que resulta evidente a la luz de los enormes condicionantes que este vegetal impone queda reflejado en un informe de Food Navigator [1], donde se afirma que el 90% de la producción de fruta de monje se obtiene en la provincia china de Guangxi, cuyas dimensiones, aún siendo importantes, no dan abasto a satisfacer la creciente demanda de esta materia prima a nivel mundial, y sobre todo europeo. Ello obliga a que los fabricantes de este edulcorante adopten cada vez más generalizadamente la técnica de mezcla del extracto de fruta del monje con otras sustancias dulces como dextrosa, stevia, inulina o polialcoholes. De esta forma, el producto comercializado ve sensiblemente reducido su precio. Pero dependiendo del acompañante que se elija para la monk fruit adquirirá cierto poder calórico del que está privado el extracto aislado.
Hay razones adicionales que explican que la fruta de monje sea tan costosa, como el hecho de que de cada fruto solo se obtenga una pírrica cantidad de extracto endulzante y la necesidad de someterlo a un proceso de refinamiento en plantas industriales.
Las propiedades más relevantes de la fruta de monje
Si bien la consolidación de la fruta de monje como recambio del azúcar común tiene una ejecutoria bastante breve hasta la fecha, su historia como planta con usos terapéuticos en la medicina tradicional china se remonta a varias centurias. Podemos hablar de las postrimerías del siglo XII cuando los monjes de la China meridional bautizaron como ‘fruta del Arhat’ un misterioso, por desconocido, fruto para cuyo apelativo se inspiraron en su concepto de un Buda en un nivel inicial que ellos llamaban Arhat. A su vez le adjudicaron el nombre de Luo han guo.
Para la fiebres
Dentro de los clásicos tratamientos a base de hierbas medicinales, las plantas de la familia cucurbitáceas tienen reconocida su aptitud para bajar la temperatura del organismo. Por eso, el extracto de fruta de monje es ideal como edulcorante en la preparación de un té refrigerante con el que amortiguar un pico de fiebre o simplemente un excesivo calor ambiental. En este punto hemos de destacar sus diferencias con el azúcar, ya que mientras la sacarosa promueve una cierta reacción inflamatoria, la fruta de monje actúa de forma opuesta. [2]
Tras todo lo dicho, la realidad es que estamos hablando de una materia prima que no está tan profundamente estudiada como otros edulcorantes. No obstante, es propósito de este artículo efectuar una descripción pormenorizada de aquellas constataciones que hasta nuestros días se han producido acerca de las bondades de la fruta de monje.
Beneficios para la diabetes y el metabolismo de las grasas
En su composición química participan diferentes sustancias cuyo protagonismo dentro de las propiedades terapéuticas que despliega difiere, pudiendo destacarse los glucósidos triterpenoides, una batería de minerales entre los que sobresalen manganeso, hierro, níquel, selenio, estaño, yodo y molibdeno, la vitamina C y los ácidos grasos. Además, sabida es su inclusión de glucosa y fructosa como azúcares y de una cierta fracción proteica de escasa relevancia.
Induce una reducción de los niveles sanguíneos de glucosa, colesterol y triglicéridos en personas aquejadas de diabetes mellitus. Incluso puede ayudar al hígado a funcionar correctamente.
Por su parte, en personas diabéticas existe el conocimiento de que una dieta reforzada con extracto de fruto de monje contribuye a descender los niveles de proteína en orina, lo cual apunta a una mejora en la funcionalidad renal que es determinante para un diabético.
A pesar de su extraordinario dulzor, permite a las personas que tienen dificultades para metabolizar la glucosa ingerir alimentos dulces sin temer el padecimiento de serios disturbios orgánicos como picos de hiperglucemia.
Propiedades antiinflamatorias
Es conocida la secular costumbre arraigada en la medicina tradicional china de preparar bebidas calientes edulcoradas. Utilizan extracto de fruta de monje para calmar la faringitis. De esta forma se reducen los dolores de garganta y la flema que le acompañan.
Se adjudica a los mogrósidos, dentro de su función antiinflamatoria, una acción colateral en la prevención del cáncer. De ello se hablará más detenidamente en el capítulo destinado al efecto. [3]
Antienvejecimiento
No debemos ignorar las propiedades antioxidantes de la fruta de monje, fundamentadas en su control de la formación de radicales libres en las membranas celulares que aceleran el proceso de envejecimiento en los tejidos.
Prevención y control de diversos tipos de enfermedades
Los estudios realizados hasta la fecha se han enfocado al impacto que determinados compuestos de este singular fruto producen sobre las células cancerosas que han quedado fuera del control de sistema defensivo del organismo. Se sabe que en particular en el cáncer de piel, las propiedades antioxidantes únicas de los glucósidos triterpénicos o saponinas son una eficaz herramienta de control de la propagación de las células tumorales llevando a cabo la neutralización de los radicales libres de membrana.
Es curioso que tradicionalmente se ha asociado el exceso de azúcar a mayor riesgo de contraer cáncer, y sin embargo es un hecho que los glucósidos de la fruta de monje invierten esa tendencia claramente. [4]
Un equipo de investigadores japoneses en la primera década de este siglo encontró que ciertas sustancias propias de la fruta de monje inhibían de forma elocuente la progresión del cáncer de piel en ratones. Desde entonces, han proliferado investigaciones complementarias que han puesto en evidencia la conexión entre la fruta de monje y las posibles soluciones al cáncer. [5]
Más investigaciones
Otro estudio, este de nacionalidad china, publicado en la revista Oncogénesis en 2016. Reveló que el mogrósido V, administrado por vía intravenosa en casos afectados por cáncer de páncreas, promueve la apoptosis o muerte celular de las células tumorales y es un factor clave para detener la invasión de tejidos por conseguir la interrupción de los mecanismos químicos de comunicación entre aquellas. [6]
La revista Journal of Agricultural and Food Chemistry hizo referencia cuatro años atrás, en 2011, a cierta particularidad de una variante de la fruta de monje, la Momordica grosvenorii, cuyas propiedades antiinflamatorias diferenciales se basan, al parecer, en lograr disminuir la expresión de genes específicos que gobiernan el proceso inflamatorio y en aumentar los de actividad contraria. En este trabajo se concluye que los efectos anticancerígenos y antidiabéticos pueden ser, en parte, consecuencia de una actividad antiinflamatoria prioritaria.
También se encontró que el mogrósido V tiene propiedades antioxidantes por captación y posterior neutralización de radicales libres. La actividad antioxidante continuada es crítica en la lucha contra el cáncer. [8]
La fruta de monje se ha revelado como un alimento potenciador de los tratamientos de infecciones víricas. Hepatitis C, el VIH y el virus de Epstein Barr. [9] [10]
Beneficios derivados de la vitamina C
Este fruto contiene también una concentración nada desdeñable de vitamina C, una de las más importantes para la salud. Además de que estimula la producción de glóbulos blancos, es también capital para la producción de colágeno por los fibroblastos, imprescindible para la formación de diversos tejidos y vasos sanguíneos.
Posibles inconvenientes. Efectos secundarios y contraindicaciones
El principal inconveniente se encuentra fuera del organismo humano. Consiste en la dificultad para ser cultivada y el coste que entraña su importación. Por eso, los edulcorantes fabricados con extracto de fruta de monje son algunos de los más complicados de encontrar.
Esto obedece a criterios totalmente subjetivos. Es cierto que algunas personas refieren un gusto algo desagradable cuando la consumen. Y es que en su fabricación es normal que entren en juego otras sustancias. Inulina (un polisacárido), el eritritol (un polialcohol) o la dextrosa (un azúcar). Enmascaran algo la intensidad del dulzor en beneficio de otros matices que algunos paladares perciben con cierto rechazo.
El producto final puede quedar más artificial, lo que a su vez puede interferir con el perfil nutricional.
Los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, China, Japón y Singapur, además de la Unión Europea, han precisado que son seguros. De hecho, precisan que lo son para todos los perfiles de consumidores. Incluyendo niños y mujeres embarazadas y lactantes.
Cómo puede ser consumida la fruta de monje
Es un edulcorante muy versátil. Puede recurrirse a él como sustituto del azúcar en múltiples bebidas, salsas, aliños y postres. Eso sí, ha de empezarse con mínimas cantidades e ir agregando progresivamente más dosis hasta dar con el punto deseado. Los productores recomiendan un uso moderado por la intensidad y la personalidad de su sabor.
Y un dato importante es su termoestabilidad, que le permite ser usada en alimentos que se hornean a elevada temperatura.
Diremos que lo más común es usar edulcorantes con extracto de fruta de monje con:
- Café.
- Té caliente o helado.
- Salsas para acompañar carnes o pescados.
- Batidos glaseados.
- Yogures y postres lácteos.
- Harina de avena y otros cereales.
- Verduras, ensaladas, sopas y estofados.
- Pasteles, confitería, mermeladas, compotas, galletas.
Algunas recetas
Pan de naranja y zanahoria
Harina de almendra, edulcorante de extracto de fruta de monje, zanahoria rallada, especias al gusto y zumo de naranja.
Brownies de chocolate con fruta de monje
Se trata de unos brownies cuya base de chocolate va endulcorada con monk fruit. El glaseado puede completarse, por ejemplo, con aguacate, dátil y yogur, aunque admite otras alternativas.
Almendras caramelizadas
Son almendras saladas y ahumadas que van recubiertas de una combinación de extracto de fruta de monje, canela y vainilla.
Bombas de grasa acarameladas con almendras y fruta de monje
Receta idónea para los fans de la dieta cetogénica y las paleolíticas. En ella se combinan grasas saludables y el edulcorante que nos ocupa con los sabores del chocolate, el aceite y la harina de coco y la mantequilla de almendra, dando como resultado un postre muy apetitoso. Es baja en hidratos de carbono, exenta de productos lácteos y apta para veganos.
Galletas sin gluten con chispas de chocolate
Esta receta es una combinación de harina de almendras, chocolate amargo y extracto de fruta de monje. Entran mantequilla clarificada, huevo batido, extracto de vainilla y sal del Himalaya.
Cómo conseguir la fruta de monje
Ha de tenerse cuidado en no confundirla con el melón amargo. Es de aspecto algo similar pero se asemeja más a un pepino abollado. No olvidemos que la fruta de monje seca es redonda, ocre-amarillenta, un poco borrosa y completamente lisa.
Pueden comprarse edulcorantes de fruta de monje en algunos supermercados y en centros de comida macrobiótica. Los alimentos y bebidas que los llevan suelen ir etiquetados con las menciones light o reducido en calorías. Cumplen con la normativa vigente de etiquetado e información al consumidor. [11]
Industria alimentaria
El Luo han guo ha alcanzado una notable repercusión en el sector de la industria de la alimentación. Su principal competidor, la stevia, lleva cierto terreno ganado. Ha sido incluida en multitud de alimentos procesados y bebidas en un gran mercado como es Japón durante muchos años. La fruta de monje da más juego a la hora de diseñar formulaciones. Podrían amoldarse mejor al consumidor tipo de los mercados occidentales.
Se necesitan más esfuerzos en investigación para explorar el alcance total de las posibilidades que entraña la fruta del monje. Forma parte del consenso científico que resulta una interesantísima opción para los diabéticos. También para cualquier persona que desee limitar su ingesta de azúcar.
Fuentes Bibliográficas y Estudios
- Food Navigator
- Jiang Y, Pan Y, Rhea PR, Tan L, Gagea M, Cohen L, Fischer SM, Yang P. A Sucrose-Enriched Diet Promotes Tumorigenesis in Mammary Gland in Part through the 12-Lipoxygenase Pathway. Cancer Res. 2016 Jan 1;76(1):24-9. doi: 10.1158/0008-5472.CAN-14-3432.
- Rong Di, Mou-Tuan Huang and Chi-Tang Ho. Anti-inflammatory Activities of Mogrosides from Momordica grosvenori in Murine Macrophages and a Murine Ear Edema Model. Department of Plant Biology and Pathology, Rutgers University, 59 Dudley Road, New Brunswick, New Jersey 08901, United States.
- Salud Casera
- Zhou Y, Zheng Y, Ebersole J, Huang CF. Insulin secretion stimulating effects of mogroside V and fruit extract of luo han kuo (Siraitia grosvenori Swingle) fruit extract. Yao Xue Xue Bao. 2009 Nov;44(11):1252-7.
- C Liu, L-H Dai, D-Q Dou, L-Q Ma and Y-X Sun. A natural food sweetener with anti-pancreatic cancer properties. Published: 11 April 2016.
- Chinesse Academy of Sciences
- Midori Takasakia, Takao Konoshima, Yuji Murata, Masaki Sugiura, Hoyoku Nishino, Harukuni Tokuda, Kazuhiro Matsumoto, Ryoji Kasai, Kazuo Yamasaki. Anticarcinogenic activity of natural sweeteners, cucurbitane glycosides, from Momordica grosvenori. Volume 198, Issue 1, 30 July 2003, Pages 37-42.
- Compositions comprising siraitia grosvenori extracts and methods for the treatment of infection.
- Factores de riesgo del linfoma de Hodgkin.
- E-Alimentación
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